8 jun 2011

LA COSA



2 domésticas empiezan a usar las cosas de su señora. Tomadas por una especie de histeria, se travisten con sus ropas alternando entre ellas la posición de dominadora y dominada.


Una adaptación muy, pero muy libre de Las Criadas, de Jean Genet.


Sobre los personajes:

Son personas desesperadas por definirse a sí mismas y encontrar un rol definido en la sociedad. La señora no es la señora, las domésticas no son las domésticas. Sus personalidades constantemente se confunden. Se aman, se odian, se putean, se alaban, son todo y son nada a la vez. Están reducidas a eso. Tanto la postura de la señora como la de las domésticas es una figura falsa. Sus sentimientos son auténticos y verdaderos, pero sus discursos falsos. Son personajes que al final no tienen nada que ganar y por lo tanto pueden perder todo. Están eternamente esperando que algo pase milagrosamente en sus vidas. No esperan como aquel que espera el momento de la cosecha, sino que esperan porque no tienen nada más que hacer, o no tienen opciones. Viven como que en una inercia del nacimiento. Habitan sus vidas al revés de vivirlas y están constantemente enmascarando esa inercia con falsos sueños y deseos; se travisten con los sueños y deseos de otra gente, muchas veces de gente que, como ellas, habitan sus vidas, eligiendo soñar un sueño ajeno. No son y nunca serán personas libres. Ni las domésticas, ni la señora. Son personas que tienen un compromiso con el cadáver. Aspiran ser vivos y nunca lo logran. Están condicionadas a vivir esos cuerpos en constante descomposición y aceptar con facilidad esa condición, por no conocer otra. Sus emociones solo pueden existir en función de la fuerza ejercida por el otro: la fuerza de la señora sobre las domésticas, la fuerza de los standards sociales sobre la señora, la fuerza de una doméstica sobre la otra. Se quitan ellas mismas el derecho de expresar algo genuino y auténtico, salvo que pueda complacer a su amo - sea este otra doméstica, la señora, otras señoras, otras personas de una misma clase social, la institución familiar tradicional, el estado, la sociedad como una entidad completa. Son personas, en fin, destinadas a vivir sus vidas siendo travestis sociales, donde sus máscaras son máscaras mortuárias, donde no figuran sus hechos en vida, sino que embalsaman una polifonía de rostros y actitudes ajenos - con o sin vida interior.





ILUMINACIÓN:

Luces de colores. No como una disco, sino con focos distintos en un espacio oscuro en que cada uno tiene un color distinto, en un espectro que va del violáceo al rosado, jugando con rellenos y contraluces en colores opuestos, azules, verdes... Queremos buscar la teatralidad y lo absurdo, algo barroco.












ESCENOGRAFíA:

Una casa antigua de família, en Recoleta. Con una escalera central que lleva a los cómodos de los otros pisos. La situación se pasaría en un living amplio, con una chimenea, esculturas, cuadros, un sillon grande y al fondo una mesa larga para las cenas. Todas las ventadas cortinadas. Queremos un espacio más o menos realista para contrastar con la iluminación barroca y lo absuro de la acción.

POSIBLE LOCACIÓN:









VESTUÁRIO:

Para las domésticas, delantales rosas, con flores, botenes adelante y bolsillos grandes. Ellas se travisten con las mejores ropas de fiesta de la señora, vestidos con brillante, sacos de piel, todo muy ostentoso y exagerado, con la mayor cantidad de joyas posible y un maquillaje cargado.



ACTUACIÓN:

una interpretación más bien afectada, pero realista. Teatral, pero no dramática. El hecho de que están travestidas justifica ese tipo de actuación. Por eso es importante definir cuando las domésticas hablan interpretando la señora o hablan por ellas mismas.


UNA DE LAS ACTRICES:



Agatha Brandao


SONIDO:
Empezamos un atenuado "Je Te Veux" de Satie con mucho eco, sonando de fondo en la casa. El resto de los sonidos son diegéticos: un reloj de pared, sonido de água cayendo como de una fuente y todos los sonidos correspondientes a los tacones, perfume, maquillaje, roce de la ropa, abrir y cerrar de las puertas, etc. Creando una atmósfera íntima y femenina en un aislamiento de los personajes en su mundo, en su creación particular.








Y una cosita más. Una situación: